Lo mismo que pasa con los secretos, las estrellas y los balastos,
hay personas que no se pueden contar;
con palabras tampoco.





3 comentarios:

  1. Respuestas
    1. Siempre hay lugar para dudar, más si se trata de palabras.

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  2. He aprendido hoy una palabra que no conocía. Balastos. Y me gusta. No los puedo contar. Pero los secretos los cuenta todo el mundo. Callatelo tú que yo no puedo.
    Un beso

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