"Había una vez un campesino gordo y feo que se había enamorado (¡cómo no!) de una princesa hermosa y rubia... Un día, la princesa (ve a saber por qué) le dio un beso al feo y gordo campesino... Y, mágicamente, éste se transformó en un esbelto y apuesto príncipe. (Por lo menos, así lo veía ella.) (Por lo menos, así se sentía él.)"
Si no conoces el libro que se reseña arriba, que sea el siguiente, te gustará. Cautivas, no sé que eres en tu vida, pero reseñas conceptos que por supuesto no te inventas, sabes bien que unes, como creas las metáforas, no se entienden, posiblemente sólo tu sepas que realidad esconden, pero la versatilidad que ofrece ese fenómeno aplicado a un relación de pareja, no deja otra cosa que quitarse el sombrero ante usted, unir conceptos experimentales, semántica y matemáticas, en una frase tan simple y poderosa, me entusiasma. Intentaré algo parecido.
En Cartas para Claudia, de Jorge Bucay:
ResponderEliminar"Había una vez un campesino gordo y feo
que se había enamorado (¡cómo no!)
de una princesa hermosa y rubia...
Un día, la princesa (ve a saber por qué)
le dio un beso al feo y gordo campesino...
Y, mágicamente, éste se transformó
en un esbelto y apuesto príncipe.
(Por lo menos, así lo veía ella.)
(Por lo menos, así se sentía él.)"
Si no conoces el libro que se reseña arriba, que sea el siguiente, te gustará.
ResponderEliminarCautivas, no sé que eres en tu vida, pero reseñas conceptos que por supuesto no te inventas, sabes bien que unes, como creas las metáforas, no se entienden, posiblemente sólo tu sepas que realidad esconden, pero la versatilidad que ofrece ese fenómeno aplicado a un relación de pareja, no deja otra cosa que quitarse el sombrero ante usted, unir conceptos experimentales, semántica y matemáticas, en una frase tan simple y poderosa, me entusiasma. Intentaré algo parecido.
Un abrazo fuerte, como deberíamos ser tod@s.
Pues yo: uno + uno.
ResponderEliminar