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La respuesta es que no lograré pegar mis fragmentos,
la pregunta, no tiene tiempo verbal.













y ahí, está otra vez,
el sentimiento que deja ese abrazo
el tacto de esas manos que me han cuidado con devoción.


hoy, a las ocho de la tarde, 
he comprendido, otra vez más, 
que nunca nadie me sentirá así de esa manera,


yo también te querré,
desde hace ventiseis años.











Tras una expresión curiosa y divertida, siempre estaba allí;
esperando hacer una pregunta, recibir un abrazo y que la quieran como es.






Tan Cortázar, como misma.



Los cronopios, según Cortázar, son criaturas ingenuas, idealistas, desordenadas, sensibles y poco convencionales; 
cómo puede alguien nombrarte sin conocerte, ni tan siquiera sospechar de tu existencia tan ligada a todo lo que escribe.



“Como es sabido, los Cronopios son propensos a desanimarse por cualquier cosa, 
de manera que grandes lágrimas ruedan por sus mejillas mientras suspira…”

Julio Cortázar 


















La próxima luna llena cumplirá los 25, y como cuando era pequeña continúa, continúa tantas cosas, que al final le ha dado por pensar que no ha cambiado tanto, y sin embargo: ha reído, ha llorado, ha contado secretos, ha escuchado historias, ha tenido miedo, le han quitado el frío, le han dado abrazos, ha cambiado de parecer, ha dado besos, la han sorprendido, le han hecho daño, la han querido, se ha ilusionado, le han fallado, ha besado, ha sabido estar, ha querido, se ha sorprendido, ha cedido, la han pensado, ha cantado e inventado letras de canciones, los ha soñado, se ha acercado, lo ha conseguido, ha dudado, le han ofrecido, ha aborrecido, ha progresado, ha hecho trampas, los ha emocionado, se lo ha creído, le han encantado, ha admitido, la han sentido cerca, ha llevado la razón y le han llevado la contraria, lo ha hecho mal, la han cuidado, se la han ganado, se ha colado, los ha admirado, ha creado, ha visto estrellas fugaces, han paseado, ha huido, se ha conocido, la han soñado, ha jugado, se ha esforzado, ha viajado, la han retado, se ha inventado, se ha dormido, se han ido, la han apoyado, los ha recordado, ha leído, la han llevado, se ha quedado, se ha enamorado, se ha hundido, se han hecho mayores, la han hecho mejor, la han ayudado, ha temblado, han compartido, la han animado, ha gritado, ha corrido, ha decidido, ha visto el final, la han llevado, le han aconsejado, ha esperado, ha peleado, la han enseñado, se ha equivocado, ha sido sensata, la han halagado, ha sonreído, la han tranquilizado, se ha aferrado, les ha valorado, la han lastimado, ha decidido, le han dado tiempo, se ha sonrojado, se ha querido, se ha avergonzado, ha imitado, ha querido ser, se ha mordido las uñas, los ha necesitado, ha cambiado de tema, se ha enfadado, se han divertido, los ha querido, los ha tratado, la han pellizcado, ha teorizado, se ha exigido, han crecido, han estudiado, ha conocido personas, ha buscado, se ha engañado, le han hecho un hueco en sus vidas, ha vencido, la ha conquistado, han estado, ha dibujado, ha sentido pasión, ha tenido frío, lo ha intentado, ha dado calor, se ha respetado, los ha hecho reír, le han dado oportunidades, lo ha pensado, se ha desesperado, la han despertado, ha presumido, la han advertido, ha tropezado, ha planeado, la han encontrado, ha hecho cosquillas y caricias, ha proyectado, los ha defraudado, la han deseado, lo ha olvidado, se ha perdido, ha disfrutado de sus cafés, la han mimado, les ha perdido el rastro, ha olido, ha trabajado, se ha acercado, ha preguntado, le han dicho, ha solucionado, le han pedido, ha elegido, la han contradicho, ha conocido, los ha idealizado, ha exagerado, les ha prometido, ha suspirado, ha probado, se ha expresado, se ha caído, la han transformado, han bailado, la han entendido, la han mirado, ha escrito, la han deshecho, ha hecho locuras, le han regalado, han sido importantes, lo ha logrado, estos 25, los ha vivido y en definitiva, sentido y es bonito saber que continúa, continúa teniendo en todos sus verbos conjugados en presente a esas personas que hacen que pueda ser así, ella y su vida.
















Le están creciendo alas en los pies, y sólo teme no saber volver una vez despegue. 
Y es que, aunque el universo le parezca pequeño, aún no sabe desenvolverse en el metrovente vacío de su cama.


No me gusta, lo necesito



A mi también me gusta que me digan guapa, preciosa o incluso, cachonda. Me gusta que me digan que tengo un pelo bonito, que no sepan precisar su color, que lo aclaren diciéndome rubia. Me gusta que me miren de forma lasciva, dejando caer la mirada con el instinto. Me gusta escuchar confesiones, que me cuenten, que me confien y como quien no quiere la cosa que despierten mi interés por su persona. Me gusta que me conquisten la imaginación, que capten el interés de mis pensamientos subliminares. Me gusta que me abracen, que retiren mi pelo para ver mi cara, que me sigan la mirada, y que con un guiño me inviten a jugar. Me gusta que me sorprendan, que me susurren, que me sonrían. Me gusta sentirme princesa, sorprendida por los detalles más insignificantes, que al final, son los que tienen importancia. Me gusta sentirme importante, cuidada, protegida. Me gusta que se preocupen por mí, que mi persona sea necesaria y cambie la vida de otros.

Ya no es que me guste, es que lo necesito.



Alguien le ha robado amperios a mi voluntad y altitud a mi ambición.
¡Quiero mi versión original!





Ella, moldea sus ganas a sus intenciones, 
como si estuviese prohibido todo lo demás.




La niña con el pelo lleno de caracoles del color del maíz quiere una barca de madera con su nombre en la popa para cruzar bajo el puente romano de su ciudad las noches de luna menguante, quiere un árbol con un columpio y una cinta con viejas canciones de Van Halen. 

No quiere un tren, quiere una vía con los raíles de madera y una maleta sin ruedas, viajar por carreteras secundarias con los pies descalzos sobre el salpicadero y las ventanillas bajadas, con el aire peinando su pelo, obligándola a cerrar los ojos y dejar de ver para sentir. 

Quiere ser bailarina aficionada en las calles solitarias de su ciudad, domadora de hipopótamos y vivir en un pequeño circo a las afueras de su amada ciudad de la niebla con olor a hierro. 

La niña de los caracoles, de su pelo y de su pecho, el de Él,  quiere un ramo de margaritas y un rosa sobre su oreja, cerezas como pendientes y pintarse los labios con fresas silvestres. 

Quiere unos zapatos de tacón, un paraguas azul y otro albornoz. Quiere cortarse el pelo a la "parisien" y que le crezca en dos días.

Quiere un niño con cara de pillo y un viejo perro que la acompañe a todos lados. 

Quiere disfrutar del sol bajo el frío del invierno y la brisa de las noches del verano. 

Quiere hundir sus pies en todos los ríos de Galicia, abrazar un árbol de cada país y hacer un amigo en cada continente. 

Quiere un poema de amor todos los finales de mes, una casa que limpiar los sábados por la mañana y una habitación que de al norte. 

Quiere un hermano mayor con pecas hasta en las orejas con el que pelearse por la última croqueta de la cena. Quiere que su hermana sea siempre su otra mitad morena.

Quiere despertarse con la visión de la sombra de una espalda sobre sábanas blancas bien arrugadas por despertares nocturnos sin más programación que el deseo que fluye entre sus piernas. 

Quiere viajar en una vieja camioneta y dormir sobre alpacas de paja, quiere ver las horas en el sol y las marcas de la felicidad en los ojos de las personas a las que quiere sobre todas las otras cosas. 

Quiere escribir historias en las servilletas de todos los bares en los que ha tomado café y al final, publicar un libro descafeinado en edición de bolsillo. 

Quiere una casa en un árbol para irse de vacaciones los años impares, asaltar la Torre de Hércules y liberar a Francis Drake para irse con él rumbo a la Ántartida en busca de tesoros helados. 

Quiere perder la noción del tiempo, los papeles y la vergüenza. 

Quiere pagar con sonrisas y que le devuelvan de más. 

Quiere aprender a bailar breakdance a todos los mayores de su ciudad y que todos los niños la saluden al pasar, compartir gusanitos con los patos y su bocadillo de nocilla con los caballos. 

Quiere una alfombra voladora para ir a visitar a su abuela, quiere un detector de bastones  para su abuelo y una barriga como la de Doraemon para llevar siempre consigo sus recuerdos, los de ellos y ella, juntos. 

Quiere memoria de pez para la cosas malas y que su falta de mala memoria no le falle nunca.



La niña se hace mayor, y sigue sin saber lo que quiere, porque lo único que realmente desea es que sus arrugas cuenten la mejor de las historias que jamás podría haber imaginado.










Siempre ha necesitado saber el porqué de las cosas.

Siempre se ha preguntado: ¿Por qué?. Y al final del por qué, no hay final, porque hay otro por qué, no sabe por qué pero siempre se ha embarcado en luchas encadenadas de porquesís y porquenós, a sabiendas que ninguna respuesta sería suficiente. Sin porquesís ni porquenós. Sin excepciones. 


Y entonces, un día, le preguntan por que...y dice porque sí. Con toda seguridad.
Y es que a veces, las respuestas son un sí o un no, no una cadencial cascada de inseguridades, dudas y preocupaciones.








Tengo que aceptarlo, nunca seré una chicaCosmo.

Pero seré una mujer como Freud manda







Ella acostumbra a obligarse a pensar con la lógica,
que ya no sabe si es un efecto secundario o su coraza.



Y ella le escribe con los calcetines puestos, el pijama y la chaqueta de lana, el pelo recogido y tres pinzas mal colocadas, con la libreta apoyada sobre su muslo izquierdo, donde aún nota el calor de su mano. Esta tarde de otoño gris la incitaba a correr para ir buscarlo, a donde haga falta, a ver si han vuelto los caracoles a su pecho y si aún brillan las estrellas en su espalda. No es que se muera de ganas, ni lo vaya a hacer ni tan siquiera se lo plantee, pero lo piensa y lo desea, a él, no el ir a buscarlo; que ella no es de esas, o no era. Porque ya no sabe como era ella antes de él, o no quiere recordarlo o simplemente no necesita el pasado para vivir el presente. Porque a ella, ya no le llegan las mantas para pasar el invierno, que siempre tiene frío si no es el calor de sus brazos el que la abriga. Y esta tarde hace un frío terrible, ella se pregunta si él también lo nota. Como nota ella su barba en su pecho, o el frío en los dedos al escribir canciones de Rafa Pons en los cristales empañados de su coche, para leerlas a contraluz toda la semana y no olvidarse que los asientos y los cristales todavía hablan de ellos. Y también se pregunta si se daría cuenta de que las estrellas se ven mejor si llueve ahí fuera; que sólo le escribe de lunes a jueves; que si le tiene cerca, le faltan las letras; que le llama luego aunque le sobren dos letras, que aún tiene la ventana abierta...


...que aún no sabe a donde mirar para ver esas estrellas que llevan su nombre.


A veces, es algo mentirosa, 
sobretodo, cuando dice que sabe mentir,
y que te miente,
y cuando dice que este tren no es para ti, 
o cuando levanta la cabeza y te mira,
ella, también se da cuenta, está perdiendo facultades
o no sabe ni quiere mentir(te) más