Quería escribirte la mejor historia de amor que jamás pudieras imaginar: llena de risas y confidencias, de miradas que saltasen del papel para acariciarte las mejillas. Quería escribirte sobre la mejor forma de quererse bajo unas sábanas y que en ti brotase la emoción de saberte protagonista. Quería escribir y despertar en ti el deseo de leerme cada día, todos los días. Quería escribir la historia de una vida de dos que jugasen a ser uno y construír un mundo bajo su ilusión...




Quería escribir(te) y me he quedado sin un final en el que todavía tengan sentido las palabras.