Y ya no leo por las noches, ni busco palabras bonitas, he roto con la rutina que repelía la distancia.
Y es que, es tu presencia la que ahora retumba, sin dejar que me concentre como antes, en la letanía de mis letras.
Y es que, es tu presencia la que ahora retumba, sin dejar que me concentre como antes, en la letanía de mis letras.
Ya lo decía aquella niebla de otro octubre,
calan profundo las cercanías.