Lo hice un millar de veces y jamás aprenderé a hacerlo. 
Mi preciosa ciencia experimental, creada por el más bonito método de prueba y error, de caricias basadas en la evidencia científica y besos de validez interna comprobada en la variable dependiente de nuestras circunstancias; y, curioso, nunca nos equivocamos en la selección de las variables independientes de lo que queremos demostrar.